viernes, 1 de mayo de 2009

Angela I





Anoche entró como un demente por mi ventana, no niego que me asustó, porque yo dormía y créanme que eso es un milagro, a veces paso noches sin Morfeo. Pero ese maldito me despertó, y entre sueños trate de escuchar sus pasos, no fuera que me estuviese equivocando, pero, nada era cierto, me invadió la angustia, de saber que ese no era él, que no era nadie, más que mi mente confundida…y fue entonces que una lágrima corrió por mi mejilla y flechas rompieron mi corazón, en ese momento recordé que mis pastillas se habían acabado y seria otra noche en la que no dormiría…
Por ello, hoy volé a la farmacia que queda frente a mi casa, escogí ese barrio, por lo mismo. Sólo me puse mi abrigo sobre su polera, que aún conserva su olor, y compre mis pastillas, para esa hora temblaba como una desquiciada, la señora me miró como de costumbre, sin gesto alguno en su cara, creo que ya está acostumbrada que tanto enfermo compre, que ver a una desquiciada temblar así le da lo mismo. Luego subí corriendo las escaleras de mi edificio y abrí la puerta con el número 11, tome el vaso y me trague una pastilla y media, me volví a acostar, al fin pude dormir. Esa tarde no fui a mis clases de yoga, tan bien recomendadas por mi doctor, un viejito de unos sesenta años, que aún así conserva las carnes duras y tersa, muy deportista obviamente. Él y su señora, Camila, además mi profesora de yoga, me han ayudado mucho con las enfermedades, por eso accedí, de mala gana, claro. Llevo más de un año, asistiendo a mis clases y aún no veo resultados, sospecho que es porque Camila, ya está tan viejita, que dudo pueda doblarse para hacer una buena demostración de las posiciones, y como yo no soy tonta y si loca, le copio a medias.
Desperté a las 00 horas, después de escuchar el contestador y tratar de entender lo que Fátima que de Santa y virgen tiene el puro nombre, decía, la llame. Le asegure que si iría hoy a trabajar, pero que si aparecía Joaquín me iría de inmediato, y que me daba lo mismo quedarme sin comer por ese weón. Sólo contesto: como tú hay mil más, haz lo que quieras. Pero yo se que ella sabe, que no es así, que soy la mejor y atraigo a mas clientes que cualquiera. Debo admitir que por un momento pensé en no ir, para que sepa a lo que se arriesga si me pierde, pero necesitaba un cigarro urgente y a esas horas, sólo lo conseguiría en el Centro. Así que me vestí rápido, me puse las jeans de siempre, mi camiseta blanca y mi chaqueta de cuerina negra, pinte mis labios con rojo cereza y mis ojos con sombra negra, amarre mi pelo mientras bajaba las escaleras, pero mientras subía a mi auto, Yerko, el portero me grito, que había dejado la puerta del departamento abierta y el perro del dpto. 13, que le encantan mis sostenes, de preferencia recién lavados y con encajes, ahora, salía con uno de ellos en el hocico. Baje del auto, lo deje estacionado a la entrada del subterráneo, los vecinos que quedaron atrás, decían hasta pa´ tu madre, pero no importaba. Mientras subía, pensaba: perrooo rexxexexumare!!!! Algún día morirás, por sobre dosis de pastillas y vomitaras cada una de las cintas de mis sostenes. Porque, como uds. deberán comprender, al igual que no dormir, ya era costumbre llegar del trabajo y encontrar en las escaleras un sostén mío o si no, un niñito con uno de MIS sostenes en su cabeza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tremenda historia la cago xD
cuanta inspiración
yo al tratar de hacer la letra de un tema quedo pa la embarra
y tu con esa facilidad de palabras xD
y el blog de la cari cambio completamente jajaja
te kedo bkn
y la foto k escogiste aun mejor =O


=)


cuidate carito